Nutopía (Zona
libre de especulación y explotadores)
En la Moneda, cuartel general de la burguesía en Santiago, se
advierten cierto grado de intranquilidad
para la derecha (tanto aliancista, como concertacionista o nueva mayoría, dicho
de otro modo, concertación parchada). Aunque, este leve niebla en el horizonte,
no alcanza a afectar mayormente, la sonrisa y el buen humor de la clase
explotadora, tras cuarenta años en el poder.
Los capitalistas siguen llenándose los bolsillos de dinero de
manera fácil a merced de leyes construidas por sus propios agentes
profesionales en el congreso. Mientras el pueblo, domesticado, sigue cumpliendo
su rol de mero espectador.
Sin embargo, esta
situación ha empezado a cambiar un poco. Desde el conflicto por el cierre de la
minas del carbón en Lota, el 97, el mochilazo estudiantil de, 2001. La
indignación, como le llaman ahora y no pueblo explotado, suma y sigue. Agréguenle paros portuarios, empleados
fiscales, de la salud, subcontratistas del cobre, además del movimiento
pingüino del 2006 y actualmente, las protestas estudiantiles del 2011-12, junto al del 2013.
El actual sistema político-económico, heredado de la
dictadura militar pro-imperialista de Pinochet,
no ha resuelto la mejora de condiciones materiales de la población, las
ha empeorado. Solo interesan los intereses de los capitales transnacionales,
por encima de los del pueblo explotado. Valen más los proyectos
financieros-económicos por sobre los deseos sociales.
Tal situación ha
provocado la separación gradual de la ciudadanía, de los feudos electorales de
la concertación y la alianza. Los reflejan las diferentes encuestas, que no superan
el 30% de adherencia, para ambas organizaciones. Esto se traduce en una crisis
de representatividad para el sistema político, pues ante la carencia de
una dirección política, generaría un
vacío que no podría hacer frente a los movimientos de protesta.
En su auxilio, han acudido diversas estrategias, por un lado
la concertación o supuesta mayoría, integró en sus al P.C, para tener una policía roja que
controle a las masas, como pata izquierda. También implementó los supuestos
díscolos de la concertación, Marcos Enríquez Ominami y Alejandro Navarro. La
alianza, por su lado, tiene dos estrategias, la política del garrote y la
zanahoria.
Mecanismos de reacción democrática, como el voto voluntario y
las elecciones primarias, dan la falsa
sensación de que se está en presencia de una democracia profunda e inclusiva.
Pero, estas dos medidas, son todo lo contrario, han desnudado las carencias propias del
sistema, ya que en primer lugar, en las elecciones para alcalde 2013, voto sólo
el 40% del padrón electoral. En segundo lugar, las supuestas elecciones de un candidato a la presidencia, en las primarias,
son sólo una exigencia de las cúpulas, porque para optar por un candidato, de entre varios,
no se implementó asamblea para elegirlos. ¿Entonces de que democracia estamos
hablando?.
Lo más probable que el voto voluntario, después de las
elecciones presidenciales, vuelva a ser obligatorio, dependiendo de cuál sea el
porcentaje de personas que no voten. No hay que dejar que el sistema se
desacredite, para quienes detentan el poder.
Escrito por: Vicente
Azkárraga.
Fuentes: www.servel.cl
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